jueves, 23 de junio de 2011

UN ENEMIGO SIN QUERERLO

        

El cáncer es un conjunto de enfermedades en las cuales el organismo produce un exceso de células malignas (conocidas como cancerígenas o cancerosas), con crecimiento y división más allá de los límites normales, (invasión del tejido circundante y, a veces, metástasis). La metástasis es la propagación a distancia, por vía fundamentalmente linfática o sanguínea, de las células originarias del cáncer, y el crecimiento de nuevos tumores en los lugares de destino de dicha metástasis. Estas propiedades diferencian a los tumores malignos de los benignos, que son limitados y no invaden ni producen metástasis. Las células normales al sentir el contacto con las células vecinas inhiben la reproducción, pero las células malignas no tienen este freno. La mayoría de los cánceres forman tumores pero algunos no (como la leucemia).
El cáncer puede afectar a todas las edades, incluso a fetos, pero el riesgo de sufrir los más comunes se incrementa con la edad. El cáncer causa cerca del 13% de todas las muertes. De acuerdo con la Sociedad Americana del Cáncer, 7,6 millones de personas murieron de cáncer en el mundo durante 2007.

Como prevenir el cáncer


El primer elemento a considerar son los hábitos dañinos, como por ejemplo el cigarro, el consumo excesivo de licor, la exposición exagerada a los rayos del sol, y la práctica irresponsable del sexo, entre otras.
Una dieta adecuada, con alimentos con alto contenido de antioxidantes, como por ejemplo las moras y frambuesas, el brócoli, el tomate, los granos y el atún. Asimismo, existen ciertos alimentos que deben ser evitados, como las grasas, las azucares excesivas, los embutidos, etc. También es recomendable escoger alimentos orgánicos, sin tantos persevantes y sustancias artificiales.

Otro aspecto es mantenerse apartado de alimentos muy procesados como algunos tipos e queso, o a productos con muchos químicos como desinfectantes, insecticidas, fertilizantes, etc. Otras sustancias altamente nocivas, como el asbesto, plomo, arsénico, y radón deben mantenerse alejadas en todo momento, el cuerpo humano.
Por supuesto, exámenes preventivos como el chequeo de mamas, el Papanicolaou, el chequeo de lunares y pecas, y el examen de próstata son muy importantes para descubrir un posible problema antes de que sea muy tarde.

Es importante mantenerse activo, hacer ejercicio individual o en grupo, tomar aire fresco o hacer yoga, para así evitar que ciertas partes del cuerpo dejen de funcionar correctamente. Asimismo, mantener informado sobre los avances y descubrimientos en el tema ayudará a mantenerse alejado de agentes peligrosos.

En conclusión, entre más sano la persona se alimente, se ejercite frecuentemente y se mantenga alejado de agentes altamente riesgosos como los vicios y las sustancias químicas, menos probabilidades de desarrollar cáncer tendrá a lo largo de su vida.


Un importante por ciento de los casos de cáncer pudieran ser prevenidos si a lo largo de la vida tomáramos una serie de precauciones que se han comprobado reducen la posibilidad de padecer diferentes tipos de cáncer. En el presente trabajo presentamos algunas recomendaciones que deben convertirse en hechos de la vida cotidiana.
- Cambio en los hábitos nutricionales: Restricción calórica, dieta variada y que cumpla con las recomendaciones de contenido de vitaminas, minerales, proteínas, grasas e hidratos de carbono.

- Evitar la obesidad desde edades tempranas. En la infancia la obesidad produce un desarrollo precoz e incompleto de los órganos reproductores, antesala del cáncer de los órganos reproductores.

- Disminuir la grasa animal en la dieta.  Las grasas de origen animal estimulan la producción de ácidos biliares que se mezclan con las heces y viajan al colon donde son convertidos en compuestos carcinogénicos por las bacterias de la flora intestinal.

- Regular la ingestión de proteínas de origen animal. Además de contribuir a elevar los niveles de colesterol, ellas están contaminadas con pesticidas, herbicidas, fármacos y sustancias tóxicas que se utilizan en la agricultura.

- Incrementar la ingestión de alimentos que contienen fitoestrógenos como la soja, leguminosas, frutos oleaginosos, y los cereales en general. Estos elementos son fuentes de isoflavonas que tienen gran poder antioxidante.

- Realizar ejercicio físico de forma sistemática. La actividad física recomendada consiste en caminar a paso ligero (6 km/h) tres veces por semana como mínimo, o realizar ejercicios aeróbicos al menos 20 minutos diarios. Los trajines domésticos o andar agitado de forma cotidiana no es una forma de realizar actividad física. Estas actividades crean cansancio y agotamiento y no sustituyen a la actividad física sistemática.

- Consumo elevado de frutas y verduras frescas de hojas verde y vegetales de colores verdes y rojos. Estos son ricos en sustancias antioxidantes como los carotenos. Sugerimos comer 2 ó 3 piezas de fruta y al menos una buena ensalada diariamente equivalente a una ingestión entre 400 y 800 gramos por día.

- Consumo de alimentos ricos en fibra como cereales y leguminosas por su contenido en carotenoides, vitaminas C y E. Sugerimos consumir entre 600 y 800 gramos diarios de leguminosas, cereales integrales y viandas.

- Limitar el consumo de carnes rojas y alimentos de origen animal especialmente los de alto contenido graso. Sugerimos consumir menos de 80 gramos diarios para que el aporte de calorías de este grupo alimenticio no supere el 10 % del total.


- Evitar asado de alimentos ricos en proteínas, en particular las carnes rojas pues tienden a la formación de derivados de piridinas y carbonilos, sustancias potencialmente cancerígenas.

- Evitar el consumo de bebidas alcohólicas y dejar de fumar totalmente.

Si consume alcohol, se recomienda que se limite a dos copas o menos por día en los hombres, y a una copa o menos por día en la mujer.

En el caso del vino por sus probados efectos protectores se recomienda que se limite a una o dos copas al día.

El tabaquismo es uno de los principales factores de riesgo para el cáncer de pulmón en primer lugar pero además para otros tipos como el cérvico uterino, el de mama y otros.

- Evitar el consumo de alimentos ahumados, salados y cocinados directamente al fuego o humo. Los alimentos ahumados pueden contener hidrocarburos policíclicos aromáticos que pueden ser carcinogénicos. La cocción directa produce aminas aromáticas, sustancias que pueden ser también carcinogénicas. En la superficie de todas las carnes ahumadas se acumulan hidrocarburos como el benzopireno, un reconocido cancerígeno.

- Evitar la ingestión de alimentos demasiado calientes o fríos. Ellos pueden ser irritantes para las mucosas.

- Mantener hábitos regulares, en cantidad y horarios a lo largo del día y de la vida para las comidas.

- Ingerir suficiente líquido a lo largo de todo el día.

- Limitar el uso de la sal como condimento


Los hábitos saludables son la clave para prevenir el cáncer. Se considera que hasta dos tercios de todos los tipos de cáncer pueden ser prevenibles cumplir con estos consejos puede ayudarnos a ello.

Seguir esas pautas: dieta equilibrada con abundante consumo de frutas y vegetales, con bajo consumo de carne roja y grasas de origen animal, evitando la sal y los alimentos curados o ahumados, eliminando el tabaquismo y bebiendo poco alcohol, es la clave para disminuir todos los tipos de cáncer en más de un 30%.








             



3 comentarios:

  1. el cancer es algo grave

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  2. tenemos q realizarnos periodicamente examenes y esa sera la mejor forma para atacarlo

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  3. ES UNA D LAS PEORES ENFERMEDADES, HAY Q EXAMINARSE

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